Por Roberto Canario
Foto cortesia www.webadictos.com
Por segunda vez en los tres juegos que se han disputado de la NLCS, el resultado final se dictaminaría en el último bateador.
Los Gigantes de San Francisco se llevaron su segundo juego en la serie, aprovechando un error del relevista Randy Choate para que Brandon Crawford pudiera cruzar home tras un toque de sacrificio emitido por Gregor Blanco en la décima baja.
Mientras que los Cardenales se repusieron de un 4-0 en la primera entrada y dieron su último golpe gracias a otro jonrón, esta vez de Randal Grichuk, los Gigantes nuevamente anotaron de cualquier forma posible, algo que sorprende hasta a su manager, Bruce Bochy.
“Ambos equipos están dándole con todo, esto fue un gran juego,” dijo Bochy en la conferencia de prensa posterior al Juego 3.
Crawford se colocaba en primera tras una base por bolas de Choate, y Juan Perez intentaría mover a Crawford con un toque. Al no poder hacerlo, lograba un sencillo para poner a Blanco en la caja de bateo y ejecutar la última del juego.
“Estoy con un poco de delirio, creo,” dijo Bochy. “Estos son juegos muy difíciles, y la verdad nosotros no hacemos nada de la manera fácil,” continuaba. “Estamos acostumbrados a esto, son juegos muy apretados siempre,” explicó.
Con la victoria, los Gigantes se ponen 2-1 sobre Cardenales y aún pueden cerrar la serie en casa si logran ganar los siguientes dos duelos.
