Por Roberto Canario
foto cortesia EFE
Rabat, Marruecos, sábado 13 de Diciembre del 2014
La lluvia impidió un óptimo desarrollo del juego
Desde el día anterior el pronóstico del clima marcaba que iba a llover este sábado en Rabat, pero no que fuera a caer prácticamente una tromba. Y en ese marco se dio el debut de Cruz Azul en el Mundial de Clubes Marruecos 2014, frente al Sydney Wanderers.
Alrededor de dos horas antes del encuentro, el viento comenzó a soplar fuerte en las inmediaciones del Estadio de Rabat, y casi inmediatamente después inició la lluvia que se convirtió en aguacero y que fue en aumento hasta el momento de iniciar el duelo a las 19:30 horas locales.
El traslado del esférico fue demasiado complicado, sobre todo para Cruz Azul, que trataba de jugar a ras de pasto, mientras que las condiciones del campo beneficiaban al equipo australiano.
Incluso hasta un saque de banda se le escapó a Gerardo Flores, lateral derecho de la Máquina, porque se le resbaló el esférico debido a lo mojado que estaba.
En las gradas, los pocos aficionados que se encontraban en el estadio, aguantaron a pie firme, mientras que muchos fotógrafos que estaban alrededor de la cancha prefirieron pasarse a la tribuna de prensa (zona techada), para desde ahí tomar las imágenes del partido.
