Por Roberto Canario
foto cortesia fuente gool colombia
Londres inglaterra 11-15-14
Con una defensa en construcción y una delantera consolidada, la Selección de Pékerman venció a Estados Unidos. La ola amarilla pasó por Craven Cottage, la cancha del Fulham. Más de 26.000 espectadores disfrutaron de nuevo de la Selección Colombia, que empezó con algunas dudas, sobre todo atrás en defensa, y terminó con una victoria 2-1 sobre Estados Unidos. El equipo volvió a agradar, especialmente en el segundo tiempo. (Reviva aquí la crónica interactiva del triunfo de Colombia 2-1 a Estados Unidos).
Habría que dividir en dos a este equipo colombiano. De la mitad de cancha hacia adelante, está más que comprobado que funciona, alegra y puede arreglar las cosas cuando no funcionan. Pero atrás sigue en construcción.
Sin embargo, la única pieza que quedaba este viernes de las cuatro bases que jugaron el Mundial de Brasil, Pablo Armero, fue la primera en fallar. No juega un partido oficial con el Milán desde el 31 de agosto, cuando apenas estuvo 13 minutos en la cancha. (Vea aquí las mejores imágenes del partido).
Después, sólo actuó en un amistoso contra San Lorenzo. Y se le nota la falta de distancia y de fútbol. A los 8 minutos, saltó a tratar de cortar un centro. Incomodado por un rival, Rubio Rubin, terminó metiéndole la mano a la pelota. Penalti clarísimo, que Jozy Altidore transformó en el 1-0.
Las fallas de Armero en la defensa y en el ataque y algunos problemas de Abel Aguilar para respaldar a la defensa hicieron que Colombia pasara algunos sustos atrás. Pero el resto de la defensa comenzó a responder. Camilo Vargas cumplió. Bien Santiago Arias, correcto Pedro Franco, muy bien Jeison Murillo, bien Carlos Sánchez. Y desde esa zona, el equipo empezó a crecer y el resto de la maquinaria, bien aceitada, muy ofensiva, comenzó a hacer que el equipo arrinconara a los estadounidenses, más allá de que algunas piezas no funcionaran tan bien como antes, concretamente, Juan Guillermo Cuadrado.
